En el taller de dislexia al que asisto están matriculados once niños, aunque a la primera sesión solo han asistido cinco de ellos. Cuenta con una tutora responsable del taller (Carmen Nieves Hernández Sánchez), una co-tutora (Eneida de la Cruz Hernández Pérez), una orientadora (Leticia Yuraí Ruíz Henriquez) y dos alumnas en prácticas u observadoras, (Cristina García González) y yo.
Este día ha tenido lugar la presentación de todos (niños y adultos), por lo que no ha habido tiempo más que para conocernos, explicar a los niños la dinámica del taller, entregarles el material conque van a trabajar formado, entre otras cosas, por el cuaderno de actividades, así como establecer las normas de comportamiento; también se les comentó cómo se desarrollará el sistema de "autoevaluación reforzada" con el que serán premiados.
A través de la técnica de lluvia de ideas, se establecieron dos grupos de normas, unas muy importantes, que de no ser cumplidas pueden afectar directamente al resto de compañero/as y profesore/as y otras menos importantes, que pueden repercutir en los demás de manera indirecta al afectar el buen desarrollo de las sesiones; todas ellas fueron sugeridas por los propios alumno/as, quienes pidiendo la palabra fueron aportando las ideas que creían adecuadas para conformar los listados de normas. También se les mostraron los regalos a los que pueden aspirar, lo que causó gran entusiasmo entre ellos.
Entre las normas muy importantes están:
- Respetar el turno de palaba.
- Respetar a los compañeros y profesoras.
- Atender en clase y realizar las tareas.
- No jugar con el material.
- No copiar del compañero.
- Pedir permiso para ir al baño y ser rápidos.
- No traer juguetes a clase.
- Elegir un encargado del material.
- Dejar los paraguas en la entrada en los días de lluvia.
Una vez que se fueron todos los niños, tuvo lugar una reunión entre profesoras y alumnas en prácticas en la que se evaluó la sesión.